Gisela – Estudiante de Trabajo Social
Quería aprovechar este espacio para reflexionar sobre nuestra formación profesional para la intervención en Violencia Familiar.
Entiendo que el Trabajo Social es una de las profesiones a las que primero se llama a actuar frente a la sospecha de un caso de violencia. O sea que es una problemática sobre la que probablemente tengamos que intervenir; sea cual fuere el lugar en dónde trabajemos. La pregunta que me inquieta es cuán preparados salimos de la formación de grado para hacerlo.
Es llamativo el hecho de que uno puede transitar la carrera sin trabajar estas temáticas. Las únicas asignaturas que la abordan son materias optativas: “Introducción a la Violencia Familiar”, dictada por Ruth Teubal y “Niñez, Adolescencia y Familia”, que le dedica algunas clases adentro del marco la materia. Considero que la formación sobre una problemática tan frecuente y, a la vez, tan difícil de abordar, no puede quedar librada a la intención o preocupación de cada estudiante en particular. O a su propia visión que anticipe que le será necesaria, cuando esto no es problematizado a lo largo de la carrera.
Sin embargo, hay otra cuestión que merece reflexión y es que aún queriendo cursarla, la materia específica se ofrece en una franja horaria que no es la de mayor volumen de cursada (de
Es importante saber, que también existen otros grupos a los que les conviene más el actual estado de cosas. Asociaciones como por ejemplo La Fundación Retoños, que propone la revinculación de niños abusados con sus padres-abusadores, y que lamentablemente tienen el apoyo de muchos profesionales de distintas disciplinas. Frente a esto, los futuros profesionales de Trabajo Social deberíamos estar capacitados para poder reconocer las diferentes líneas de intervención en la materia y poder leer en la realidad posturas pseudo-teóricas sustentadas en este tipo de corrientes. También enmarcar los casos de violencia en relación a la violencia social general.
Considero de fundamental importancia empezar a formarnos, para no intervenir desde el sentido común o los propios prejuicios. Y en este sentido mi postura es que una materia específica como Introducción a la Violencia Familiar debería estar entre las asignaturas obligatorias. Para que podamos realizar una primera aproximación teórica al fenómeno, poder compartir el aprendizaje en la modalidad de clases prácticas y así contar con herramientas básicas. Porque la intervención nos demanda conocimiento y ya desde las primeras experiencias laborales en pasantías algunas compañeras y compañeros se encuentran con dificultades en este sentido. ¿Cómo vamos a ayudar a las víctimas de violencia si desconocemos las particularidades del fenómeno?
Me parece interesante debatir sobre estas inquietudes que son compartidas por muchos estudiantes pero que muchas veces no encuentran un espacio en donde ser canalizadas. En especial teniendo en cuenta que se esta llevando a cabo la Reforma del Plan de Estudios y que podemos realizar una propuesta al respecto.
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